“De Chasquis y Pizarros” es el choque entre las cosmovisiones de dos mundos irreconciliables. El uso de la manipulación, el engaño, el saqueo y el exterminio que representa Francisco Pizarro, frente al dato liberador acerca de la mortalidad de esos dioses blancos y barbudos que la figura del mensajero Inca esparce para arengar el levantamiento. Esta metáfora condensa los trayectos plasmados en los micro relatos aquí compartidos y echa luz sobre los claroscuros heredados en los que oscilan los protagonistas de las historias narradas.
Dice Adolfo Colombres: “Es un ave extraña, aunque luminosa por los esclarecimientos que aporta en la órbita del trabajo social y la gestión cultural… Estamos ante páginas de un real valor literario… El libro atrapa por la gran diversidad de realidades y ámbitos humanos por los que se despliega, desenmascarando distintas formas de opresiones y describiendo las tristes sendas que transitan los desamparados buscando un lugar en el mundo, sin encontrar a menudo una mano honesta dispuesta a ayudarlos sin pedirles el alma a cambio. Pero al dar cuenta de estas situaciones, el autor evita los recursos fáciles del realismo socialista… prefiere ser fiel a lo estrictamente humano”.
El sentido último del libro es que estos relatos sean didácticamente útiles para que aquellos que metemos el cuerpo en el terreno sociocultural podamos preguntarnos si nuestras acciones están más cercanas al Chasqui o al Pizarro. O lo que es lo mismo, si contribuimos a generar más vida o más muerte.